Un joven piloto de 23 años parecía tener la vida perfecta hasta que llegó el COVID-19 y le hizo un cambio de planes que se ha hecho viral en los últimos días.
Su nombre es Roman Savin, vive en Lituania y apenas el año pasado tenía su trabajo de ensueño. A los 19 años se había convertido en piloto profesional de vuelos comerciales y llegaba a volar hasta 100 horas al mes.
Sin embargo, la pandemia por COVID-19 le trajo un inesperado cambio de planes y lo convirtieron, a mucha honra, en repartidor de comida para una famosa aplicación.
Fue a través de Facebook donde se conoció la historia del joven y todo el proceso de casi quedarse sin trabajo hasta cómo tuvo que buscar ingresos económicos en otro lugar hasta que acabe el virus y su vida como piloto regrese a la normalidad.
Según información que circula en redes sociales, Roman ha trabajado como piloto desde hace tres años. A los 17 entró a la escuela de aviación y consiguió un trabajo dos años después, en una aerolínea. «Como sabrán, la pandemia ha llevado a la industria de la aviación a mínimos históricos», aseguró.
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Y aunque sigue trabajando en algunos vuelos, prácticamente una vez al mes, ya no le alcanza el dinero así que ha buscado un trabajo como repartidor de comida, aprovechando que no necesitas horarios fijos. Así mismo, trabaja en una empresa de repuestos de aviación. La idea para él, es sacar dinero en lo que la actividad aérea mejora.
«Sigo trabajando como piloto de aerolínea, ya que mi compañía todavía tiene algunos vuelos, la mayoría chárter, en realidad, y tengo un promedio de un vuelo al mes, lo que significa que dispongo de 30 días de sobra».
